
¿Cómo hubiéramos reaccionado al resultado electoral si viviésemos en una época ajena a las encuestas, sin primarias obligatorias, etc.? Si bien con sorpresa, no creo que fuera imposible de sospechar. El problema es que los analistas y políticos se acostumbraron a mirar sólo un aspecto de la realidad obviando, tal vez, el más importante, ¿qué pasa en la calle?