Columna de Actualidad

A continuación exponemos temas y personajes en los cuales descargar nuestra reciente frustración mundialista, en caso de perseguir una actitud crítica e ideológicamente intachable, mirá el partido otra vez y después contanos.

Kosteki y Santillán

Desde que Duhalde se sumó a la carrera presidencial para el 2011 viene sufriendo escraches en todas sus apariciones públicas. Mientras tanto, esta semana se cumplió un nuevo aniversario del asesinato de Kosteki y Santillán (26 de Junio de 2002). Cada vez que le preguntaron a Duhalde por los escraches dijo que detrás de ellos hay un nombre y apellido: Néstor Kirchner. ¡Pero no se quite méritos Mr. Balero, algunas cosas se las ganó y sin ayuda! Algún cómplice quizás, pero nada más. ¿O acaso no recuerda que fue ud. quien dió la orden de reprimir y, por las dudas, avisó unos días antes que eso iba a suceder? ¿Tampoco recuerda que armaron la tapa de los dos diarios más importantes diciendo que fue un enfrentamiento entre piqueteros, cuando todos sabían que fue una cacería? ¡La pucha viejo! Ud. se ganó éstas demostraciones populares en buena ley, no sea humilde y asuma con orgullo el fervor popular. Eso sí, los escraches siempre de frente, no como les pasó a Darío y Maxi que los mataron por la espalda.

Consejo de la magistratura

Esta vez rescato una opinión de Mario Wainfeld publicada en Página 12, me pareció la más acertada.

“La finalidad del proyecto es coyuntural: achicar la preeminencia del kirchnerismo. Nuevamente, un objetivo temporario sobredetermina medidas que deberían pensarse con sentido estratégico y construcción de mayorías muy amplias. En ese sentido, en el de ser un proyecto de facción, el opositor es pariente cercano del que sancionó el kirchnerismo, que adoleció de la misma debilidad de origen.

Se eleva el número de miembros y se resta poder relativo, no ya al actual oficialismo, sino a los dos poderes estatales surgidos del voto popular. Un sesgo antipolítico da aureola al cambio, que prioriza las corporaciones sobre los representantes del pueblo”.

¿Qué más decir?

Juicio a represores

Empezó en Córdoba el juicio oral y público contra Videla, Menéndez y otros 29 represores. Los 31 imputados se distribuyeron en cuatro filas de butacas, separados del público por un blíndex. Jorge Rafael Videla se sentó en primera fila, con una carpeta en las manos, a la derecha de Luciano Benjamín Menéndez.

¡Qué bárbaro, a la derecha siempre hay más derecha! Como siempre: les deseamos una vida larga, muy larga a todos ellos.

Bariloche

La Cámara decidió apartar al juez Martín Lozada porque según ellos, en declaraciones a los medios, “preopinó” al descartar cierta información. Para recordar, estamos hablando de un nuevo caso de gatillo fácil o, como debería llamarse, asesinato de jóvenes por parte de las fuerzas de seguridad. El juez que lo suplantaría deberá empezar de cero con toda la causa, pero parece que ya se sabe cómo calificaría al hecho: asesinato culposo. La misma carátula que reciben todos los accidentes de tránsito que terminan con víctimas fatales y la misma consecuencia, es decir: nada. En caso de confirmarse, esto no sería “preopinión”, más bien el concepto se resume con la siguiente frase: entre bomberos no nos pisemos la manguera. Ahora bien, el tema es así: se realizaron dos rastrillajes, en el primero estaba presente el juez y no se encontró nada. En el segundo, hecho 4 horas después y sólo por personal policial (es decir, la misma fuerza que cometió el crimen), hallaron un arma calibre 22 a cuatro metros del cuerpo de la víctima (Diego Bonefoi, de 15 años). Al consultar al juez sobre este segundo rastrillaje dijo que no había “nada que indique que perteneciera” a la víctima. Lo mínimo que espero de la inteligencia de cualquier juez argentino es que le resulte, por lo menos, raro que aparezca un revolver a tan sólo cuatro metros de la víctima en un segundo rastrillaje ¡Más cuando se fueron todos los que podían controlar!

ADN a Clarín

La prueba de ADN que iba a determinar si Felipe y Marcela, en adelante llamados los “HIJOS”, eran o no hijos de desaparecidos, finalmente no se pudo realizar. Recordemos dos cosas: en primer lugar están adoptados por Ernestina de Noble, dueña de Clarín; en segundo lugar, que el operativo en el cual la justicia secuestró prendas íntimas de los “HIJOS” fue calificado como vejatorio por todos los periodistas independientes de Clarín. Es raro que todos los periodistas independientes siempre opinen igual, para mí que la independencia y la libertad se llevan a los codazos. Además, los “HIJOS” dijeron que vulneraron su privacidad, ahora sabemos que no estaban mintiendo. Las muestras fueron rechazadas luego de comprobar que el ADN pertenecía a varias personas, por tanto los “HIJOS” estaban en plena fiestita cuando la policía irrumpió en el lugar reclamando las prendas al grito de: tanga y slip por favor. La justicia actúo mal, si les hubieran avisado a los “HIJOS” que les iban a secuestrar las prendas intimas seguro que no se las prestaban a nadie para, lógicamente, evitar que la prueba de ADN pudiera resultar inválida y resolver el problema de su identidad.

Último momento: Ernestina volvió, se había ido a comprar cigarrillos pero ya está con nosotros otra vez.

Jubilaciones

El gobierno nacional fue el que terminó con el robo de las AFJP, el que impulsó la ley de movilización de las jubilaciones, el que recompuso el salario de los jubilados y pensionados desde 2003 a la fecha en un 497%, etc. Todo eso es cierto, pero también es cierto que no aseguró el 82% del salario mínimo, vital y móvil para las jubilaciones. Por suerte la oposición tomó uno de los reclamos más progresistas y lo llevo a la media sanción en Diputados. Obviamente, el gobierno de derecha amenaza con vetar la ley si es aprobada en el Senado.

La cantidad de gente que está esperando que algún día los Kirchner necesiten plata del mercado es incalculable. Pero después vemos si la medida afecta la soberanía del Estado argentino por empujarlo a negociar con los mismos de siempre (Bancos, FMI, etc.). ¡Ahora todos juntitos para la foto que salimos en tapa!

Pablo Llentilín