lunes, 6 de septiembre de 2010

Programa 20

Otra entrega del programa, ahora el audio de lo que sucedió el sábado 4 de septiembre. Aquí encontrarán argumentos fundados sobre la no edad de las adicciones; los rebusques de algunas mujeres españolas ante la crisis que atraviesa su país; y sobre una mujer que sin más que hacer, amamanta a un ternero.
Entrando en alguna parte más seria, Pablo habló en su columna sobre la reglamentación de servicios audiovisuales y sobre el proyecto de ley sobre salideras bancarias que el Gobierno se negó a discutir en Diputados. Debutó Florencia Momo con su columna de cine y habló sobre la aparición del sonido en las películas y sobre la musicalización de las mismas. Tuvimos una columna de música que intentó levantar la tarde del sábado luego de tantos días de lluvia; un micro literario que dedicó su espacio a relatar un fragmento del libro "Legado de cenizas, la historia de la CIA" escrito por Tim Weiner, y Pablo nos trajo como obra de arte una canción de Luis Eduardo Aute, en una versión hecha por Silvio Rodríguez, llamada Me va la vida en ello.
El punto negro del programa fue la NO entrevista a José María Muscari (quien escuchó el programa sabe quién es porque Ariel lo presentó tres veces...), pero la comunicación no nos favoreció y su predisposición tampoco... Cosas que pueden pasar, aunque no se entienden del todo...
A no ser que estés escuchando otra cosa, clickeá en el triangulito blanco y comenzá a disfrutar del programa. Adelante...

Columna de cine: bandas sonoras

La primera película sonorizada es “El cantante de Jazz” (1927) de Alan Crosland. Entiéndase por sonorizado, el hecho de que se podían escuchar los diálogos. Las películas del cine mudo siempre eran acompañadas por música agregada en post-producción. El protagonista fue Al Jonson y fue producida por los hermanos Warner.
La película cuenta la historia de una familia judía ultra ortodoxa. El Rabino Rabinowitz que era el padre, quiere que su único hijo Jakie, de continuación a la tradición familiar y se convierta en la quinta generación de rabinos, pero éste elige otro camino y por lo tanto otra forma de expresión para sus aptitudes vocales: decide convertirse en un cantante de jazz.
Las primeras palabras dichas en el cine fueron “Hello man” uno de los personajes se acercaba a cámara y lo decía.
El sistema de sonorización se llamaba “vitaphone”. Lo que se hacía era grabar todo los sonidos en diferentes discos y luego a la hora de proyectar la película, se ponían en sincro. (discos tipo vinilo). A partir de este momento, la música pasa a ser de mayor importancia.

Columna de actualidad: la agenda

Después de una semana dominada por “Papel Prensa”, los temas centrales de la agenda fueron: inseguridad y reglamentación de la ley de servicios audiovisuales. Antes de analizar cada tema, es importante prestar atención al hecho de que la lucha por marcar agenda se mantiene. Desde el gobierno, con la reglamentación de la ley; y desde los medios de comunicación y partidos de la oposición, con la inseguridad. A ésta altura no debería tomarse como peyorativo el hecho de que la oposición y los medios (Grupo Clarín, La Nación y afines) tengan, o tienen, intereses comunes. Es más, es necesario aceptar dicha premisa porque, de lo contrario, corremos el riesgo de juzgar actitudes políticas como anti políticas. Concepto que se desliza en los discursos de quienes piden no ideologizar los debates.

Columna de Música: Levantamos un poco...

Luego de tantas críticas por traer música "bajonera" durante algunas columnas anteriores, y sobre todo, después de la semana que la lluvia nos dejó, decidí poner música que nos diera más clima de sábado y que acompañara la salida del sol de aquella tarde. Es por eso que sonaron algunos grupos que misturaron el rock con la electrónica y que nos pusieron un poco más para arriba el programa.
Sin más argumento que mover el piecito sin pensar en armonías o letras es que decidí poner estas tres canciones.

Libros: "Legado de cenizas, la historia de la CIA", de Tim Weiner

Un profesor (lamento no recordar su nombre) dijo en una clase de historia: “si los archivos secretos de cualquier país cayeran en manos de sus enemigos y, esos enemigos, los editaran, dándolos a conocer de a poco, y mostraran e insinuaran con tintes publicitarios, cualquier país podría ser la Alemania nazi”. Su intención no era justificar a la Alemania nazi, más bien complejizar el pensamiento automático que surge cuando se reflexiona sobre temas tan difíciles de abordar desde una perspectiva de ciencia.
Tim Weiner es periodista de The New York Times. En 1988 gano el  premio Pulitzer por artículos sobre los rubros secretos en el presupuesto del Pentágono. Es considerado el periodista mejor informado en temas diplomáticos. El libro tiene 718 páginas, 500 páginas son el libro en sí, le siguen 200 páginas de notas donde encontramos fuentes y aclaraciones.
A continuación les transcribimos un fragmento del libro,