jueves, 6 de mayo de 2010

Columna de Música: Divididos

Con la muerte de Luca Prodan, por el año 1987, se termina Sumo, pero también comienza una nueva historia para los integrantes que quedan acéfalos a partir de ese suceso. Intentar "volver a ser" luego de lo que significó Sumo era un desafío, una gran apuesta, pero todos decidieron correr el riesgo. Así fue que se formaron 2 grupos: uno, vigente aún, con gran éxito y muchos seguidores, que es "Las Pelotas". El otro, con mejor suerte, con un presente y un pasado indiscutido, y con el merecido título de ser "una de las mejores bandas del rock nacional". Hablo, por supuesto, de Divididos.

(Acá se escuchó Ala Delta del disco Acariciando lo áspero, año 1991)  


Cuando las cosas siguen lo que en cualquier cabeza sería "el curso normal", por lo general no termina pasando nada. O nada novedoso en realidad. Quizá de las dificultades y de las extravagancias es que suceden cosas trascendentales. No siempre surgen del talento, aunque está demostrado que tanto Ricardo Mollo como Diego Arnedo lo tienen, y de sobra.
Lo que sucede en el ambiente del rock es absolutamente opuesto a lo que pasa en cualquier otro ámbito. Si Divididos hubiera tenido que hacer, como lo hizo, un montón de recitales en Obras para poder así financiar su disco por no conseguir empresa que quisiera bancarlos, pero hubiese tocado en vez de rock, jazz u otro género, no hubiese pasado nada, probablemente no habrían grabado nunca. Pero tocaban rock.
En los tiempos actuales, pareciera que cualquiera que toca 4 acordes seguidos en una guitarra desafinada es una promesa, o aún peor, una realidad, pero esta gente se ha puesto las vestiduras de quienes cuentan con sus hechos cómo se tocan esos acordes, casi sin transpirar, o en realidad, demostrando con sudor lo que hace falta. Conocidos como "La aplanadora de rock": ¿Quién imaginaría que siendo sólo 3 tipos puedan sonar como suenan y tocar 40 temas por show como solían hacer en algunos momentos de juventud y excesos?...
Como toda buena banda de rock, tiene muy lindas baladas. Par mil es una de ellas y más allá de ser un corte de difusión del disco, no deja de describir al grupo. Esas influencias del folclore plasmadas en sus temas son algunas de las características que definen a Divididos, y que lo distinguen de los grupos que forman parte de su generación.

(Luego de su introducción se escuchó Par Mil del disco Narigón del Siglo del año 2000) 

Este dúo de a tres ha sabido mantener una cierta lógica. Encontrar grupos parejos en todas sus filas es complicado. Nadie discute a los Beatles… pero Ringo era un muerto. O uno del montón al menos. Acá, Mollo tiene una de las mejores voces del rock nacional, con la capacidad de hervirte la sangre tanto en una balada como cuando te incita a la violencia; no es un guitarrista de grandes recursos, pero siempre destaco a la gente que sabe lo que está haciendo y que conoce sus capacidades y las explota al máximo: es una virtud conocer las propias limitaciones. Además, estudiar a Hendrix no está nada mal…
Arnedo es quien sostiene cualquier cosa, en Divididos o en donde esté. Ese bajo Fender debe saber que tiene la suerte de ser tocado por un tipo que no hace una de más, que tiene una manera de andar las líneas que aún siendo conocidas, marcan un estilo absolutamente propio. Quien sea bajista puede entender que armónicamente no hace grandes cosas, pero la creatividad dentro de lo que todos conocemos es lo que marca la diferencia. Al fin y al cabo, es rock, y sin subestimar al género ni al intérprete, Arnedo es una bajista de rock en su mayor expresión.
Y los bateristas son un tema aparte. Tres bateros pasaron por la banda. Gil Solá, preferido de muchos, para mi un buen baterista de rock; Jorge Araujo, "el" baterista de Divididos, algo diferente, el toque, el sonido, la dinámica que generaba con sus ritmos; y Catriel Ciavarella, el presente, la fuerza, la energía... Particularmente me quedo con Araujo.
Musicalmente, el rock es la línea guía pero se notan influencias varias, y lo bueno es que siempre fueron en forma respetuosa. Así como el folclore los atravesó, escuchándose instrumentos propios del género en las grabaciones, haciendo adaptaciones de distintos ritmos o inclusive invitando a participar de sus recitales a músicos reconocidos dentro del ambiente del folclore, también sucedió con el tango, pero no sacaron un disco espantoso aprovechando el auge de la música ciudadana, sino que en esas ocasiones, lo que sonaba de fondo era una orquesta que sabía tocar el género, aunque parezca una obviedad.
El tema es que Divididos es una marca registrada. A quien le guste y a quien no. Por suerte, hay música, hay ideas, y hay, al menos proveniente de este dúo siempre trío, rock para rato.

(Finalizó la columna sonando: Nene de antes del disco Gol de mujer del año 1998)


Ariel Zarranz

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